sábado, 16 de agosto de 2025

No a la participación de Israel en la vuelta ciclista a España



La vuelta ciclista a España ha invitado a participar al equipo de Israel. La empresa que organiza La Vuelta es Unipublic. Te animo a llamar mostrando tu repulsa al teléfono 91 2301431 y a enviar un email a esta dirección info@unipublic.es 

A continuación una sugerencia del asunto y el cuerpo del email que puedes enviar. Lo importante es enviar el máximo de emails posibles. ¡Hazlo desde todas tus cuentas!

ASUNTO: No a la participación de Israel en la vuelta ciclista a España


El deporte debe ser un símbolo de convivencia y entendimiento entre personas y pueblos. Sin embargo, considero que Israel se aleja de esos principios.

 Más de 61.000 civiles asesinados en Gaza, entre estas personas 237 periodistas asesinadas para intentar silenciar este genocidio,  más de 2 millones de personas —prácticamente toda la población— sufren inseguridad alimentaria severa por el bloqueo y la guerra, 1000personas asesinadas en las colas del hambre. De ellas, 250.000 viven en condiciones de hambruna y más de 70.000  niñas y niños padecen desnutrición aguda, mientras miles mueren por hambre y bombardeos. 

Permitir que el equipo de Israel participe en la Vuelta es blanquear un genocidio documentado por organizaciones como B’Tselem y señalado por la Corte Internacional de Justicia como crimen de lesa humanidad. Este llamamiento no es contra el pueblo israelí, pero sí contra un Estado que viola el derecho internacional y asesina civiles, con armas y negándoles medicinas y medicamentos. Los políticos tienen una gran responsabilidad ética que deberían cumplir, pero la sociedad civil tenemos la responsabilidad  de hacer presión social y  exigir a nuestros gobiernos a romper  relaciones con este país, tenemos la responsabilidad de no ser cómplices de este genocidio y  de frenar su impunidad. Pedimos a Unipublic, organizadora de la Vuelta, que excluya al equipo de Israel. El deporte no puede ser cómplice. #StopGenocidioEnGaza #Vuelta2025

Pásalo. 🇵🇸❤️✊🏾

martes, 12 de agosto de 2025

ISRAEL NO PODRÁ SILENCIAR NI A QUIENES HOY ASESINA


Causa de la muerte: asesinato por informar sobre el genocidio perpetrado por el ejército israelí en Gaza.

En Gaza han sido asesinados el periodista palestino Anas al Sharif, de 28 años, y otros cinco reporteros de Al Jazeera. La población civil en el gueto de Gaza sigue siendo masacrada y  mientras Israel cuente con el apoyo de EE.UU. y de Europa, esto no se detendrá. Con estas muertes, la cifra de comunicadores y comunicadoras asesinadas asciende a 237. Israel cree que así podrá silenciar su genocidio. Se equivoca: no podrán callar ni a estas y estos valientes profesionales, ni a los millones de personas que se esfuerzan por denunciar esta crueldad que está dejando una huella imborrable en la historia.

Todas y todos los profesionales de la prensa en Europa, EE.UU. y el mundo entero deberían portar un brazalete negro en el brazo, porque jamás, en tan poco tiempo y en un territorio tan pequeño, habían sido asesinadas tantas personas de la comunicación por un ejército armado de un Estado que pertenece a las Naciones Unidas.

Israel no solo está matando a sangre fría a las y los periodistas palestinos: está intentando a toda costa, silenciar a toda la profesión.

JCVV / El Internacionalista convencido 

sábado, 9 de agosto de 2025

AMÉRICA PARA LOS AMERICANOS



En 1823, el presidente James Monroe sentenció: «América para los americanos». No era una invitación a la unidad, sino una advertencia: Estados Unidos se reservaba el derecho de controlar todo un continente. Doscientos años después, Donald Trump recicla el mensaje en versión MAGA, envuelto en titulares espectaculares que encienden a sus seguidores y preocupan al resto del mundo.

Su hoja de ruta para América Latina es simple y brutal: explotar el miedo a la inmigración, usar los aranceles como instrumento de sumisión incluso contra socios del TLC como Canadá y México, y tejer alianzas con líderes afines, como Bukele en El Salvador, pese a su intención de perpetuarse en el poder y a las denuncias internacionales por violaciones de derechos humanos.

México y Colombia han protestado ante sus amenazas de enviar tropas contra los cárteles, pero Washington mantiene su vieja táctica: presión económica, diplomática y, cuando lo considera necesario, militar.

A Colombia la presiona por el juicio al expresidente Álvaro Uribe por corrupción y tráfico de influencias. Conviene recordar que, durante sus ocho años de gobierno, se registraron más de 4.000 ejecuciones extrajudiciales.

Brasil se enfrenta a uno de los aranceles más altos impuestos por Trump (50 %), después de que el Tribunal Supremo ordenara el arresto domiciliario del expresidente Jair Bolsonaro por su presunta implicación en un golpe de Estado y por el liderazgo ejercido por Lula en el grupo BRICS, que busca contrarrestar el potencial económico estadounidense.

Y de nuevo le toca el turno a Venezuela, al duplicar hasta 50 millones de dólares la recompensa para quien aporte información sobre la supuesta relación del presidente Nicolás Maduro con el cártel de Sinaloa en México.

La lista de intervenciones estadounidenses en la región es un archivo turbio: 16 golpes de Estado confirmados, 9 invasiones y más de una docena de operaciones encubiertas desde 1906. Cuba, Brasil, Venezuela, Nicaragua, Guatemala, El Salvador, Haití, Chile, Argentina… nombres distintos, misma historia.

Porfirio Díaz lo dijo con amargura: «Pobre México, tan lejos de Dios y tan cerca de Estados Unidos». Hoy la frase podría grabarse en todo el mapa latinoamericano. Y, si el mundo se descuida, también en otros continentes.

No basta con resistir. Es hora de actuar, de unir fuerzas por la supervivencia de los pueblos, de asumir la responsabilidad política que corresponde a las y los gobernantes de la región. También es hora de un diálogo transformador entre España y América Latina que asuma el pasado colonial y apueste por un futuro común basado en la cooperación, el respeto y la soberanía compartida. Tal vez así seamos capaces de construir un porvenir mejor.

JCVV / El Internacionalista convencido

miércoles, 6 de agosto de 2025

80 años de Hiroshima a Palestina: el mismo silencio cómplice.

Amanecía de manera cálida en Hiroshima. El día comenzaba a despuntar sobre la ciudad, como cada mañana. Pero en cuestión de segundos, todo se desvaneció. Personas, animales, árboles, casas… como si el propio sol hubiera estallado sobre la tierra.

Un bombardero B-29 estadounidense soltó su carga mortal: Little Boy, una bomba atómica que arrasó la ciudad. Tres días después, Fat Man hizo lo propio con Nagasaki.

Entre ambas detonaciones, más de 210.000 vidas civiles fueron reducidas a polvo y ceniza. Y quienes sobrevivieron, lo hicieron bajo la sombra de la radiación, la enfermedad, el rechazo y el olvido.

Han pasado 80 años desde aquel crimen de lesa humanidad, aún impune. Uno de los actos más atroces de la historia del mundo.

Pero la barbarie no cesó. La guerra contra la población civil sigue escribiendo, con tinta roja, las páginas más tristes de nuestro tiempo.

Hoy, en Palestina, con la complicidad de las potencias que se autoproclaman defensoras de los derechos humanos,  ya son más de 61.000 las personas asesinadas. Más de 150.000 heridas en menos de dos años. Y una población entera condenada al asedio, la humillación y el hambre.

La movilización popular logró frenar la guerra de Vietnam. Hoy, como entonces, la responsabilidad humana nos convoca.

Detengamos las guerras. Desenmascaremos a quienes se enriquecen con ellas: gobiernos, industrias, banqueros, mercaderes del capital, el espectáculo  y del miedo. Tal vez aún estemos a tiempo de alumbrar un mundo nuevo. Uno donde ninguna persona sea asesinada por la avidez ni por el odio.

¡Movilízate contra la barbarie!

JCVV / El Internacionalista convencido 




















sábado, 2 de agosto de 2025

LA POLÍTICA , DECÍA ARISTÓTELES, ES EL ARTE DE LA NEGOCIACIÓN

Pero cuando se trata del emperador, no hay negociación posible: solo pleitesía.

El 1 de agosto de 2025 marcó un punto de inflexión. Ese día, gran parte de las potencias mundiales —con la Unión Europea, el Reino Unido y Japón a la cabeza— decidieron inclinarse ante Estados Unidos y aceptar un nuevo tablero del capitalismo global.

El mundo ha entrado en una era en la que la ley del más fuerte no solo impera, sino que se ha legitimado públicamente.

Aranceles y vasallaje

En pocos meses, Estados Unidos lanzó una ofensiva arancelaria sin precedentes, imponiendo impuestos a diestra y siniestra. Fue un ataque directo a la globalización, el mismo sistema que tanto lo había beneficiado, pero que también permitió el ascenso de nuevos gigantes como China.

En este contexto, el G20 intenta defender un orden multipolar, mientras los BRICS+ se presentan como alternativa al G7. La ONU, creada para mantener la paz y la cooperación, ha perdido peso político, si es que alguna vez lo tuvo.

El mensaje de Washington es claro: quien obedezca será socio; quien se resista, enemigo. A Canadá le amenaza con un 35% de arancel por reconocer a Palestina. A Brasil, con un 50%, pese a que Estados Unidos mantiene allí un superávit comercial, en parte por el juicio a Jair Bolsonaro y el liderazgo de Lula en los BRICS. Con España, Trump respondió a la negativa de Pedro Sánchez de elevar el gasto militar al 5% del PIB con un tajante: «Haremos que pague el doble».

Incluso Colombia recibió advertencias: Marco Rubio defendió a Álvaro Uribe tras su condena por soborno y fraude procesal, ignorando las más de 4.000 ejecuciones extrajudiciales documentadas durante su mandato. La señal es inequívoca: quien cuestione el guion del imperio será castigado.

Europa: gigante económico, enano político

Europa debe elegir entre un capitalismo soberano o uno subordinado a Estados Unidos. En plena reconversión industrial y tecnológica, ha optado por la sumisión. La escenificación fue clara: una reunión en el club de golf privado del presidente norteamericano, no en un foro institucional.

Trump evita el poder blando de la ONU o la diplomacia y prefiere la confrontación, el caos y el espectáculo. Respaldar el genocidio israelí contra Palestina es parte de su estrategia: dividir al mundo, reavivar odios y ganar margen frente a China.

El neoliberalismo ha mutado en un capitalismo de enfrentamiento, que se prepara para un mundo dominado por la inteligencia artificial y la robótica, sin necesidad de deslocalizar la industria ni depender de migración en un Occidente envejecido. Para ello, había que saltarse las reglas y organismos creados por el propio sistema —FMI, OMC, ONU—. Solo un líder con poder casi absoluto podía hacerlo.

La estrategia norteamericana

Estados Unidos sabe jugar sus cartas. Obama expulsó a 2,7 millones de indocumentados y ordenó más de 400 ataques con drones —ocho veces más que Bush—, causando miles de muertes, muchas de ellas civiles. Y aun así, recibió el Nobel de la Paz.

Biden mantuvo la misma línea. Y con Trump, el mundo se rindió rápidamente. En la cumbre del G7, logró que sus multinacionales quedaran exentas del impuesto mínimo del 15% en Europa, redujo impuestos a los más ricos en su país y recortó ayudas sociales, sin perder apoyo electoral.

En solo seis meses, impuso acuerdos desiguales a Japón, Alemania y la UE. Amenaza con aranceles del 50%, luego los baja al 15%, jugando con sus aliados como el gato con el ratón. Europa pasó de un 2% a un 15% en aranceles.

El dólar cayó un 12,7% frente al euro, encareciendo un 25% las exportaciones europeas, pero sin afectar a los servicios digitales estadounidenses que inundan Europa. Trump presiona a la Reserva Federal para que baje más los tipos, buscando exportaciones aún más competitivas.

La UE, además, comprará energía estadounidense por 750.000 millones en tres años, frenando las renovables, e invertirá 600.000 millones en Estados Unidos, incluyendo armamento. No es solo dinero: es aceptar que el imperio que dominó la globalización ha cambiado las reglas y que su emperador dicta el guion.

El futuro de Europa

Europa debe decidir si quiere ser sujeto o vasallo. Necesita invertir en juventud, tecnología responsable, capital humano e igualdad de oportunidades. Fortalecer la democracia participativa, reducir la burocracia que protege a las élites y apostar por una educación transformadora que incluya equidad de género, interculturalidad y respeto a los derechos humanos.

Debe cuidar a sus mayores y recuperar la confianza de los jóvenes, hoy desencantados y atraídos por la extrema derecha. Reformar Naciones Unidas para eliminar privilegios como el Consejo de Seguridad y apostar por los ODS, la cultura y la diversidad como ejes de cohesión global.

Tiene además una deuda histórica: reconocer su pasado colonial y esclavista. Solo así podrá aspirar a un estado de bienestar global que garantice salud, educación, seguridad social y vivienda universales.

Internacionalismo o sumisión

Estas políticas no llegarán solas. Con una Europa cada vez más conservadora y escorada a la extrema derecha, solo la movilización ciudadana, la organización y el compromiso social pueden cambiar el rumbo. Romper el miedo, recuperar la empatía y llenar los parlamentos de personas íntegras que trabajen por la humanidad es fundamental.

Es imprescindible impulsar una Europa igualitaria que fomente un desarrollo local, regional e internacional sostenibles, apostando por un internacionalismo basado en cooperación y solidaridad, y priorizando los intereses globales sobre el individualismo que nos debilita.

Necesitamos implicar a jóvenes y mayores, generar ilusión y compromiso, fortalecer el tejido social y redescubrir el placer de ser humanos.

Porque, si no lo hacemos hoy, mañana será demasiado tarde.

JCVV / El Internacionalista convencido

Trumpismo: cuando el imperio contraataca

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