sábado, 19 de abril de 2025

EL COLESTEROL ULTRACONCENTRADO Y EL INMOVILISMO

 


El colesterol "ultraconcentrado" y el inmovilismo. 

Imagina que el mundo actual es nuestro cuerpo, y que el neoliberalismo es el colesterol. Un colesterol que ahora tiene nuevos cómplices: los "triglicéridos naranjas". Exceso de grasa dañina, difícil de eliminar, que intenta penetrar en nuestro organismo. 

Debemos contrarrestarlo cuanto antes con una dieta saludable de derechos, pensamiento crítico y acciones bien planificadas. 

La grasa visceral se acumula en el poder, y ya no lo hace en silencio. Provoca infartos democráticos y pérdida de valores humanos. 

El "colesterol ultraprocesado" es descarado: proclama hacer grande su mundo mientras bloquea las arterias sociales y envenena la convivencia global. 

Los LDL (colesterol malo) actúan con su "marketing patriótico" para romper el orden mundial que tantos beneficios les ha dado durante los últimos 80 años. 

Estos "aditivos del odio" inyectan nuestras arterias con su política del miedo y el caos. Conservan el poder en pocas manos, pero ahora lo hacen rompiendo incluso sus propias reglas, porque ya no pueden dominarlas como antes. 

Han optado por bloquear las venas del mundo entero, intentando dañar el órgano vital: el corazón del planeta. 

El LDL está siempre hambriento de poder y dispuesto a recortar los logros sociales que hacen del mundo un lugar más sano y seguro. 

Estos "triglicéridos naranjas" atacan a través del espectáculo y el ruido. Lo hacen para paralizar el cuerpo social, confundir las mentes e infartar los corazones del mundo entero. 

Pero nuestro cuerpo también tiene una fuerza vital: el HDL, el "colesterol bueno", que ayuda a eliminar el malo y reduce el riesgo de enfermedades del corazón. 

No podemos permitir que el HDL sea dominado por el LDL, porque cuando eso ocurre, los valores humanos y el bien común global se bloquean y se desvanecen. 

¿Quieres reducir el colesterol ultraconcentrado y mejorar la salud del mundo?

 ¡Empieza a actuar! Con cada paso consciente, los niveles de HDL social aumentarán, y el dañino "Agente Naranja" —junto al colesterol malo— verá cómo su poder se debilita. 

Para minimizar los riesgos:

1. Reduce el consumo innecesario: Limita la acumulación de "toxinas" globales (materialismo, sobreproducción, explotación de recursos) que alimentan al "colesterol ultraprocesado". Prioriza lo esencial y opta por un estilo de vida sostenible, como si estuvieras desintoxicando el cuerpo social. 

 2. Evita los egos y el narcisismo: Son el LDL psicológico, que te aísla del grupo y de la realidad. Obstruyen la conexión humana y fomentan la competencia tóxica. Cultiva humildad, cariño y empatía. Valora el bien colectivo: eso es lo que nos hizo humanos. 

 3. No te aísles en las redes sociales: La hiperconexión es el flautista del entretenimiento, no de la información. Usa las redes como herramienta, no como fin. Mide su uso y oxigénate con acciones reales. 

 4. Cuestiona las narrativas tóxicas y contrarresta los discursos de odio: Usa el filtro crítico como un hígado que procesa y elimina el colesterol dañino. Difunde mensajes que promuevan los valores humanos. 

 5. Protege tu tiempo y atención: El ruido constante de los poderosos —con sus aranceles y tambores de guerra— es su arma para distraerte. Prioriza actividades que llenen tu vida, limpien tu mente y fortalezcan tus anticuerpos sociales. 

 Así, el mundo estará más preparado para recuperar su vitalidad y sus ganas de transformarse. Tu cuerpo, tu mente y tu corazón estarán listos para enfrentarse a estos depredadores. Y cuando los corazones y las mentes estén sanos de nuevo, el mundo también lo estará. 

¡Empieza a actuar! Contra los triglicéridos naranjas. No pierdas la oportunidad de sanarte… y sanar el mundo.

JCVV / El Internacionalista


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