El colesterol "ultraconcentrado" y el inmovilismo.
Imagina que el mundo actual es nuestro cuerpo, y que el
neoliberalismo es el colesterol. Un colesterol que ahora tiene nuevos
cómplices: los "triglicéridos naranjas". Exceso de grasa dañina,
difícil de eliminar, que intenta penetrar en nuestro organismo.
Debemos contrarrestarlo cuanto antes con una dieta saludable
de derechos, pensamiento crítico y acciones bien planificadas.
La grasa visceral se acumula en el poder, y ya no lo hace en
silencio. Provoca infartos democráticos y pérdida de valores humanos.
El "colesterol ultraprocesado" es descarado:
proclama hacer grande su mundo mientras bloquea las arterias sociales y
envenena la convivencia global.
Los LDL (colesterol malo) actúan con su "marketing
patriótico" para romper el orden mundial que tantos beneficios les ha dado
durante los últimos 80 años.
Estos "aditivos del odio" inyectan nuestras
arterias con su política del miedo y el caos. Conservan el poder en pocas
manos, pero ahora lo hacen rompiendo incluso sus propias reglas, porque ya no
pueden dominarlas como antes.
Han optado por bloquear las venas del mundo entero,
intentando dañar el órgano vital: el corazón del planeta.
El LDL está siempre hambriento de poder y dispuesto a
recortar los logros sociales que hacen del mundo un lugar más sano y
seguro.
Estos "triglicéridos naranjas" atacan a través del
espectáculo y el ruido. Lo hacen para paralizar el cuerpo social, confundir las
mentes e infartar los corazones del mundo entero.
Pero nuestro cuerpo también tiene una fuerza vital: el HDL,
el "colesterol bueno", que ayuda a eliminar el malo y reduce el
riesgo de enfermedades del corazón.
No podemos permitir que el HDL sea dominado por el LDL,
porque cuando eso ocurre, los valores humanos y el bien común global se
bloquean y se desvanecen.
¿Quieres reducir el colesterol ultraconcentrado y mejorar la
salud del mundo?
¡Empieza a actuar!
Con cada paso consciente, los niveles de HDL social aumentarán, y el dañino
"Agente Naranja" —junto al colesterol malo— verá cómo su poder se
debilita.
Para minimizar los riesgos:
1. Reduce el consumo innecesario: Limita la acumulación de
"toxinas" globales (materialismo, sobreproducción, explotación de
recursos) que alimentan al "colesterol ultraprocesado". Prioriza lo
esencial y opta por un estilo de vida sostenible, como si estuvieras
desintoxicando el cuerpo social.
¡Empieza a actuar! Contra los triglicéridos naranjas. No
pierdas la oportunidad de sanarte… y sanar el mundo.
JCVV / El Internacionalista

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